El pasado 23 de junio 2016, los votantes del Reino Unido acudieron a las urnas y decidieron, aunque con un pequeño margen, que abandonarían la Unión Europea. Desde entonces, se ha hablado y discutido mucho sobre este tema, y todos los detalles y consecuencias que traerá el Brexit son todavía desconocidas. Sin embargo, la economía del Reino Unido ya ha empezado a notar algunos efectos negativos de esta importante novedad, y las dudas se extienden a otras áreas.
Ya antes de la celebración del referéndum, la British Veterinary Association publicó un documento con información de interés para los profesionales veterinarios ante una eventual salida de la UE, incluyendo temas como el reconocimiento de las cualificaciones y la libre circulación de profesionales (un 27% de los veterinarios en el Reino Unido proceden de otros Estados miembros de la Unión Europea); seguridad alimentaria; prevención, control y erradicación de enfermedades; I+D; medicamentos veterinarios; movimiento de animales y productos de origen animal; identificación y registro de animales; controles oficiales; importaciones y exportaciones; movimientos de animales de compañía… Este documento pretendía facilitar el debate y la discusión sobre estos asuntos entre los profesionales, y poner a disposición de sus miembros los datos relevantes sobre el tema.
Los profesionales veterinarios del Reino Unido están preocupados por los efectos de Brexit sobre el bienestar de los animales. Este es uno de los temas que ya se están discutiendo desde el junio pasado, cuando se dio a conocer el resultado del referéndum.
El bienestar animal post-Brexit es un área que concierne a muchos, especialmente a la comunidad veterinaria del Reino Unido. La UE ha sido bien conocida por sus leyes de bienestar animal, que siempre fueron firmemente apoyadas por el Reino Unido. Sin embargo, con la salida de la UE, los veterinarios y grupos de derechos de los animales de este país temen que las leyes actuales puedan cambiar a peor.
A diferencia de Estados Unidos y China, la UE tiene leyes agrícolas estrictas que protegen la producción de animales y cultivos. Una vez se produzca la salida de la UE, en los próximos años, las nuevas leyes podrían cambiar y afectar negativamente a los derechos de los animales de granja, por ejemplo. Alrededor del 80% de las leyes de bienestar animal en el Reino Unido fueron originalmente creadas por la UE: las que controlan el sacrificio de animales, el transporte y las condiciones de la cría de determinados animales, por ejemplo, fueron fijadas en Bruselas.
Se trata de unas 44 leyes que se originaron en Europa y se acordaron en los últimos 42 años, y que han ayudado a garantizar bienestar animal en el Reino Unido. Ahora esas leyes pueden ser cambiadas, desechadas o modificadas. Muchas de estas normas supervisan a los animales de granja, pero también cubren la información del consumidor, el embalaje y el etiquetado.
No solo los animales de granja serán afectados por los cambios que aportará el Brexit. La UE introdujo leyes que protegen a las aves silvestres, los parques zoológicos regulados y las investigaciones y ensayos con animales. Ahora existe la posibilidad de que estas leyes podrían ser modificadas y resultar menos estrictas para las grandes empresas.
Oportunidad de mejora.Aunque exista una preocupación generalizada por el hecho que, debido al Brexit y la salida del Reino Unido de la UE, las leyes que rigen el bienestar de los animales puedan deteriorarse, en realidad esta podría ser una excelente ocasión para mejorarlas, con la adopción de nuevas normas y reglamentos. Los grupos veterinarios y las organizaciones de bienestar animal tienen ahora en sus manos la oportunidad de presionar a los políticos para que sigan protegiendo a los animales del Reino Unido.
Mientras dure el periodo negociador (por lo menos dos años) que permita alcanzar un acuerdo sobre las condiciones de la salida y los términos que regirán las futuras relaciones entra la UE y el Reino Unido, las leyes y tratados comunitarios seguirán siendo de aplicación en el Reino Unido. Es imposible prever el impacto real del Brexit sobre la profesión veterinaria, ya que dependerá del resultado de las negociaciones entre el gobierno británico y los responsables de la UE. Hasta entonces se mantiene la mayoría de las incógnitas.
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